Exfoliar: ¿Qué es?, ¿es necesario?, ¿cada cuánto?
La exfoliación es un proceso en el que la piel se regenera, se eliminan las células muertas y la piel aparece renovada. Este proceso se da de forma natural, aunque hay diversos factores por los que se necesita ayuda. El más frecuente, la edad.
Y, ¿qué ocurre cuando no se desprenden las células muertas? Pues… que los productos cosméticos no penetran correctamente ni cumplen su función, también que la piel se ve apagada, que el maquillaje no da el resultado esperado… Uff…
Hay diferentes teorías para decidir ayudar al proceso de renovación de células: no exfoliar la piel (sí, ¡como lo oís!) , hacerlo varias veces a la semana… Lo habitual es que sea suficiente con una vez cada una o dos semanas, pero es verdad que hay exfoliantes muy suaves que se pueden utilizar a diario. A la hora de tomar una decisión, es conveniente saber el nivel de queratina que tenemos en nuestra piel.
Seguramente, el tipo de exfoliación con el que estarás más familiarizada/o será la exfoliación física tipo scrub, con semillas o esferas. Pero no es el único tipo.
En los últimos años se están poniendo de moda los exfoliantes químicos o peelings. El ácido que se decida utilizar corroe la piel, llevándose las células muertas, pero también las vivas, el aceite… Es agresivo, sí, pero hace que la piel se defienda y produzca colágeno y elastina. ¿Qué pasa? Que, como decía, se han puesto de moda; así que nos venden casi cualquier ácido sin control.
Si decidimos utilizar un ácido en casa, como mucho deberían tener una composición de entorno al 10% (aunque siempre es conveniente empezar utilizando productos con concentraciones pequeñas, para ver cómo responde la piel) y usar un aceite recuperador después.
Algunos de los más habituales son los alfahidroxiácidos (ácido glicólico, láctico o cítrico) y los betahidroxiácidos (ácido salicílico).
Volviendo a los archiconocidos exfoliantes físicos o mecánicos, tenemos dos tipos. Los exfoliantes que tienen partícula (scrub), que son quizás los más extendidos. Pero tienen una pega: cuando tienen partículas como semillas o huesos de fruta, pueden tener aristas afiladas y dañarnos la piel: ante este problema encontramos las esferas sintéticas, completamente redondas. Pero también tienen un problema, suelen ser microplásticos y dañan el medio ambiente. Ante esto: los exfoliantes con perlas de cera de jojoba.
Otro tipo de exfoliante mecánico es el gommage. Se aplica una fina capa, se deja reposar unos minutos y se retira, dando la impresión de ser una goma de borrar. Es un exfoliante muy suave, indicado para pieles sensibles.
Hasta la fecha solo he usado exfoliantes físicos de los de granulitos. Como ya te comenté, yo no seguía ninguna rutina de cuidado facial, así que todo lo que te voy a enseñar es de Mary Kay.
Usaba la limpiadora Timewise, que como ya dije, hace unos meses reformularon el set. Lo que no ha cambiado es que hace una ligerísima exfoliación (tan ligera que se usa a diario), con microesferas; a veces sigo usándola, la verdad. Poco después comencé a usar el Set de Micro-Dermoabrasión: un exfoliante físico y un suero calmante, que además tenía la función de cerrar poros. La verdad es que agredía demasiado mi piel tan sensible, así que pasé al exfoliante Botanical Effects, que es el que uso actualmente. Es mucho más suave, un gel con la poderosa pithaya, aloe vera, maracuyá… ¡Me encanta!
Como exfoliante corporal he usado uno de flor de loto y bambú, con semillas de kiwi y el que utilizo ahora, que de melocotón, que es un placer. En cuanto lo acabe, probaré el de manteca de karité con aroma a té blanco y cítricos, que es muy suave y muy agradable. Es el mismo que uso para las manos. Y para los labios uso uno, también de manteca de karité y el mismo aroma, con partículas de azúcar. Viene con un bálsamo para usarlo después. También he probado a exfoliarme los labios con azúcar mezclada con manteca de karité, pero me resulta muy grueso el gránulo, prefiero el exfoliante del que te hablo.
Los exfoliantes enzimáticos son, posiblemente, los mejores. Cuando te aplicas el producto, se espera el tiempo que se nos indica, para que las enzimas penetren y detecten las células muertas, que están a punto de desprenderse, y las empuja hacia fuera. Así que, ni se lleva las células vivas, ni provoca sensibilidad, se puede usar tantas veces como deseemos… ¿El punto negativo? Si queremos atenuar manchas no nos va a solucionar el problema.
Las enzimas más utilizadas son las de frutas (la papaína y la bromalina, de la papaya y la piña), aunque también se usan las de fermentos (yogur, por ejemplo); a veces incluyen una concentración de ácidos pequeña, pero no hablamos de exfoliación química. Las enzimas vienen encapsuladas y se activan con agua, por eso suelen ser exfoliantes en polvo, para mezclarlos con alguna loción. Suelen ser algo más caros, porque su formulación es más compleja que la de otros exfoliantes.
También quería mencionarte otros tipos de exfoliantes que tienen en los centros de estética: por imanes, por ultrasonidos, exfoliantes químicos más potentes… Y quizá existan más tipos, pero yo me quería centrar en los de uso doméstico solamente.
Por último, permíteme darte dos consejos. Uno, utilizar el exfoliante que elijas por la noche. Preferiblemente, claro. Pero, ten en cuenta que la piel se afina y estamos más expuestas/os a que nos salgan manchas y otros problemas más graves… Yo no me arriesgo (además, solemos tener más tiempo para la rutina facial por la noche… Yo al menos). Y dos, recuerda equilibrar el pH de tu piel después de enjuagar el exfoliante con una loción o tónico.