¡¡Hola!! Esta semana vengo para hablarte de algunas de las últimas mascarillas faciales que he adquirido.
Desde hace bastante tiempo las tenía bastante olvidadas, solamente para algún día que otro. Bueno, noche. Te cuento….
Como ya sabrás si me lees habitualmente, por la noche realizo una rutina de cuidado facial más pausada que por la mañana. Normalmente. Porque hay días que me pongo a hacer otras cosas y, cuando me doy cuenta, no tengo tiempo (ni fuerzas) para llevar a cabo una rutina facial que me ayude a relajarme. Pero bueno, prosigamos. Me gusta utilizar el cepillo facial una vez por semana, especialmente si me he maquillado, también me gusta utilizar algún suplemento.
Y no solamente por el tiempo, por la relajación y por dedicarme tiempo para mí. Cuando nos exfoliamos o usamos alguna mascarilla, nuestra piel queda más expuesta al daño externo. Sí, hablo de las temidas manchas, pero también de cualquier cosa. No queremos vernos vulnerables, ¿no? Yo misma he pensado algunas veces en salir a tirar la basura después de realizar la rutina facial, pero ya no lo hago más. ¡Bastantes problemas de piel tenemos ya como para provocar alguno más…!
Desde mis años de consultora de belleza, me he acostumbrado a hablar ‘suplementos del cuidado facial’ en general, así que te voy a hablar un poco de todo ellos.
En primer lugar están los exfoliantes. Ya te he hablado de los diferentes tipos que existen. Actualmente tengo dos exfoliantes mecánicos, uno es tipo scrub, y otro es un exfoliante gommage que también tiene pequeñas partículas. También tengo un exfoliante enzimático, posiblemente el más ligero de los que tengo.
Este exfoliante de la línea Botanical Effects de Mary Kay es una maravilla. Ya sabes que yo soy de las que miran una y otra vez el listado de ingredientes de los productos cosméticos (no por nada, porque me he dado cuenta que es lo que le viene bien a mi piel atópica), y este exfoliante no tiene una composición tan beneficiosa como la de otros productos. Pero, ya lo he dicho otras veces, no me gustaría volverme hipersensible a muchos ingredientes por no usarlos nunca. Tampoco quiero que se me considere quimiofóbica, no me gusta abusar de algunos ingredientes, pero ya está. Es un gel suave, que huele estupendamente, con extractos botánicos y con un grano muy suave, que no daña en absoluto.
Este es el exfoliante gommage de Cattier, de arcilla blanca y aloe vera. No puedo decir nada malo de su composición, pues tiene el certificado Ecocert. Tiene extracto de lavanda (en un porcentaje mayor que el agua), arcilla, glicerina, aceite de jojoba, extracto de bambú, ácido láctco, extracto de aloe vera, aceite de menta…
También tengo un limpiador con un pequeño porcentaje de exfoliante enzimático, también de Cattier y también con el certificado Ecocert. Es el que uso muchos días que no uso ningún otro suplemento. He de decir que también me gusta mucho, es un gel transparente con un olor muy ligero y agradable.
Y ahora paso a hablarte de las mascarillas. Posiblemente lo sepas ya, pero hay tres tipos de mascarillas (fundamentalmente, porque no dejan de inventar otros tipos): las de toda la vida (las que se retiran con agua después de 10/20 minutos), las mascarillas peel off (las que se despegan de un tirón) y las que se han puesto de moda por influencia de la cosmética coreana: las de tissue, celulosa, papel… Llámalas como quieras.
Y sí, yo soy una gran defensora, y usuaria, de la cosmética certificada; pero no he incluido ninguna mascarilla con certificación. Preferí arriesgarme, te anticipo que alguna vez salió mal…
La cosmética coreana ha llegado a nuestras vidas y, esperemos que para quedarse, porque sus beneficios son notables. Y esque, ya sabemos que en Corea cuidan de su piel de una forma, para algunas personas exagerada, para otras, de una forma admirable. Pese a ello, yo no he sucumbido aún a la cosmética coreana, salvo a algunas cosas que sí me llaman la atención.
Entre ellas a estas mascarillas de este tipo, pero de una marca española, IDC Institute. Pese a tener una composición bastante aceptable, incluyen algunos ingredientes de los que que prefiero evitar. No obstante, ya las he usado. La de pepino me ha resultado muy agradable, refrescante, pero la verdad es que no he notado nada. En cambio, la de granada me ha dejado la piel bien.
En este tipo incluyo mi última adquisición, una pequeña locura quizás… Escuché a un chico asiático recomendándolo, así que me decidí a probarlo el otro día. Un alga nori. Venden las láminas para hacer sushi, me la dejé entre 20 y 30 minutos y, ¡oye, pues me vi muy bien la piel el día siguiente!
De las mascarillas peel off no puedo hablarte. No me gustan esas mascarillas, y mucho menos para mi piel sensible. Tan solo tengo las típicas tiras para los puntos negros, pero las uso muy de vez en cuando, cuando lo veo especialmente necesario. No me gustan, ni para mí ni para nadie, no creo que sean buenas para la piel.
Casi todas mis mascarillas son del otro tipo:
Las mascarillas más económicas que puedes comprarte son, posiblemente, las que venden en polvo par mezclar con agua. Hace años usaba arcilla verde, específica para piel grasa, este año he usado arcilla blanca. La arcilla absorbe el exceso de sebo, pero la blanca es específica para piel sensible. Pero hay muchísimos tipos de arcilla: amarilla, rosa, marrón…
Hay otras mascarillas que venden en polvo, como el polvo de perlas y esta otra que aún no he usado, que es una mascarilla hidratante con algas. No la he usado aún, así que no puedo contarte más.
Ahora hablamos de mi mascarilla favorita de Mary Kay. Se trata de la mascarilla de carbón activado, que tiene arcillas bentonita y caolín, extractos de bambú, madreselva, romero, diferentes tipos de menta… Es perfecta para primavera y verano.
Si tengo que relacionar esta mascarilla con otra, es otra de IDC Institute, una Mascarilla de Té Matcha. Frete a la anterior, he de decir que es mucho más barata, pero en contra tiene su composición. Y, mira que Mary Kay no se caracteriza (por ahora) por usar los ingredientes menos controvertidos, pero, aún así. No creo que vuelva a adquirirla. Es más, desde que la compré estoy con la duda de si tirarla o no… La he usado una vez, pero he de decir que me lavé la cara después de usarla (antes ya la había lavado), tiene demasiadas siliconas…
Otra mascarilla de Mary Kay que me encantaba es la Mascarilla Hidratante y Renovadora en Gel. Y hablo en pasada porque ahora no la tengo, y no sé si la volveré a comprar, la verdad. Tiene ácido hialurónico, niacinamida y escualano (todos ellos ingredientes que me parecen imprescindibles para la hidratación y el cuidado anti-edad), y también lleva muchísimos extractos vegetales (que ya sabes que me encantan). Pero también lleva algunas siliconas y otros ingredientes que prefiero evitar.
La que quizás sea su sustituta va a ser esta Mascarilla de Miel de Farm to Fresh. En su INCI aparecen ingredientes tan interesantes como glicerina, manteca de karité, aceite de coco, aceite de semillas de sésamo, aceite de jojoba (¡ojo! que todos estos ingredientes están en un porcentaje mayor al que tiene de agua, otro aspecto que la hace muy interesante), extracto de cúrcuma, aceite de soja, extracto de avena, extracto de miel, extracto de regaliz, extracto de caléndula, extracto de naranja amarga, escualano… No creo que tenga que decir que tengo unas expectativas muy altas de esta mascarilla. Porque no la he probado aún (y no por falta de ganas, sino por el clima). La compré pensando en el estado de mi piel el invierno pasado, y tengo unas ganas de usarla…
Compré dos muestras de mascarillas de Apivita. En cada muestra venía para dos o tres veces y, como quería probar varias, me pareció una buena idea. Compré la Mascarilla Facial Antiarrugas y Reafirmante con Uva y la Mascarilla Facial Iluminadora con Naranja. No tienen un INCI tan llamativo como la mascarilla anterior; contienen algunos ingredientes evitables y otros apetecibles. Quizá compre la mascarilla de uva en tamaño normal, me ha gustado. La de naranja no creo que la compre, no he notado nada con el primer uso.
Y dejo para la última una mascarilla que me está encantando. La Mascarilla Orgánica de Barro ‘Bio-Plasma’ del Mar Muerto, de Dr. Organic. Seguro que has oído hablar de los beneficios de toda la zona del Mar Muerto. Pues bien, además de todos los minerales de este barro, que ayudan a nutrir nuestra piel, contiene jugo de aloe vera (una vez más, en mayor cantidad que el agua), caolín, ilita, extractos de plantas y diversas algas, extractos de cítricos y de plantas como el pino, el tomillo y la menta. Maravillosa, sin duda, la mascarilla que más he usado desde que la compré. Si no repito cuando se me acabe es por probar otras…
Un último apunte. He querido probarlas y recomendar (o no) su uso, pero, no pretendo tener tantas mascarillas abiertas. Me gusta poder usar una u otra, según esté mi piel, pero tampoco quiero acumular producto y generar tanto residuo. Espero que lo entiendas y no adquieras tantos productos a la vez.
Darlyng
Buenísimo el post. Reciba un cordial saludo.
Irene
Muchas gracias a ti por leerlo