¿Usas protección solar? Y no, no me digas que solo cuando vas a la playa… A diario. Incluso en invierno, aunque esté nublado. Se dice que un buen protector solar es el mejor tratamiento anti-edad…
Ya sabemos que la incidencia de los rayos solares en nuestro cuerpo nos brinda beneficios (ayuda a la formación de vitamina D, favorece la circulación sanguínea, nos cambia el estado de ánimo…), pero el sol también trae efectos negativos a la piel: desde la aparición de quemaduras solares, cataratas, envejecimiento cutáneo, hasta enfermedades muy graves que todos y todas conocemos. ¿Merece la pena el riesgo?
Podemos encontrar mucha información sobre esto en internet y también me puedes preguntar a mí, pero, para no extenderme más de lo que voy a hacerlo, te resumo los puntos a tener en cuenta para encontrar un buen protector solar.
En muchas zonas del mundo, la protección solar (FPS o SPF, por las siglas en inglés) está expresada por un número y una serie de cruces, una cruz protege menos que tres; en la mayoría de los productos europeos encontramos solamente el número. Una crema o sérum con SPF 6 bloquea muy pocos rayos solares, pero esque además protege muchísimo menos tiempo que uno del 30. No obstante, también hay que decir que el SPF 20 no protege igual a una persona de piel clara que a una negra; en relación a eso hablaremos del fototipo de piel. Para que te hagas una idea, yo no bajo del SPF 30 (que cubre casi lo mismo que el SPF 50).
El fototipo no es otra cosa que la capacidad que tiene nuestra piel para asimilar la radiación solar. A continuación, te dejo una tabla con las características principales de cada fototipo de piel.
Relacionado con lo que hablaba del tiempo de protección, te hablo de la reaplicación, que es necesaria cada dos horas. Obviamente, si estás al sol y te bañas o sudas, incluso debes reaplicar la crema antes, pero la luz artificial también nos afecta. Si no llevas maquillaje, esta es una tarea sencilla; pero si te maquillas, ya no lo es tanto. No obstante, también hay opciones. Te las cuento más abajo.
Otro aspecto a tener en cuenta es el tipo de filtro que queremos para nuestro producto cosmético. Hay dos tipos: los químicos y los físicos o minerales. Hablemos un poco de cada uno de ellos.
Los filtros físicos son los recomendados en niños pequeños y pieles sensibles en general. Reflejan los rayos de luz (así que…¡¡cuidado si vas a hacerte fotografías!!) y son los que menos problemas suelen dar, pero tienen un pequeño (o gran) inconveniente estético: son aquellos que nos dejan la piel blanca; por eso es fácil que los encontremos con color añadido. Es por esas características que tienen, que no se absorben apenas, así que no suelen ser cómodos para pieles grasas… Y sí, hay filtros físicos que no tienen las características que, posiblemente, menos te han gustado; pero tienen otra desventaja, la gran mayoría son filtros físicos con nanopartículas: partículas tan extremadamente chicas que hay quienes que las desaconsejan por la posibilidad de que penetren en el torrente sanguíneo.
Los filtros químicos son los más habituales. Podríamos decir que porque son los más cómodos de llevar, pero no todos son muy recomendables… ¿Os acordáis de la noticia de que iban a prohibir el uso de cremas solares en Palaos y Hawái porque estaban acabando con los arrecifes de coral? Pues bien, lo que se prohibe es el uso de oxibenzona (oxybenzone o benzyphenone-3) y el octynoxate, que son dos de los filtros químicos más usados. Algunos filtros químicos no serán los más recomendados para la piel ni para el medio ambiente pero… ¿sabes que si dejamos de usar X ingredientes nos volvemos sensibles a ellos? Y, si algún día necesitamos recurrir a ellos o, simplemente, no nos damos cuenta que tal producto lleva ese ingrediente, podemos tener un problema…
Al entrar en contacto con la radiación solar, los filtros químicos se activan y se produce una reacción en la piel que transforma y convierte en inocua esta radiación. Precisamente esto es lo que hace que suelan dar más problemas en la piel de las personas. Y sí, también te digo que este proceso implica que haya que ponerse la crema unos 30 minutos antes de la exposición solar…
Y, ya que ambos tipos tienen ventajas e inconvenientes, hay marcas que mezclan ambos tipos de filtros en los cosméticos.
También tenemos los llamados filtros biológicos, antioxidantes que actúan junto con los distintos filtros solares e impiden la formación de radicales libres. Un protector solar no lleva solamente este tipo de filtros, sino que se le pueden añadir estos antioxidantes a los distintos cosméticos con SPF para evitar así el daño solar.
Y sobre la caducidad… Pues sí, los productos solares caducan al año de ser abiertos. Dejan de perder eficacia y deben tirarse. Ahora, te cuento mi experiencia personal: El año pasado usé un protector solar (corporal) en vez de otra crema en los meses de primavera y verano y está prácticamente acabado el bote, es decir, que si no lo usas solo para ir a la playa, no te va a caducar el producto. De todas formas, yo (¿y quién no?) los he usado caducados y me han protegido más que si no hubiese llevado ninguno. También os digo que este año, que he estudiado más sobre cosmética, no lo estoy haciendo.
Después de la exposición solar, es necesario el uso de una crema after-sun que hidrate y calme, pero también que repare la piel; no hablo de una crema hidratante (aunque, vuelvo a lo mismo, es mejor que nada). Puede haber daño aunque no sea visible; por tanto, no esperemos a que haya enrojecimiento…
Ya casi está todo lo que quería contaros, solo me queda haceros algunas recomendaciones que os puedan venir bien. Algunos productos los he usado o los uso actualmente.
Durante varios años he estado usado, sin problema, los de Mary Kay. Y son geniales, me encantan. Primero usaba un sérum pero ahora han reformulado esa línea y se puede prescindir de cualquier sérum, porque incluyen el FPS en la crema hidratante. Tienen filtros químicos, incluye la oxibenzona. Y también usaba la crema corporal. Debido a mis problemas de piel, he tenido que dejar de usar los productos, aunque reconozco que recurro a ellos de vez en cuando. Es curioso, pero esque son los que me dan más confianza…
Casi todos los días utilizo esta crema solar con factor físico. Lo malo es el color que tiene, que no es mi tono ni mi subtono. Pero bueno, como lo matizo con polvos translúcidos (como te comentaba, la crema con filtro físico no se absorbe mucho), se queda mejor. Lo más habitual es que las marcas tengan uno o dos tonos para las cremas solares con color, así que… es cuestión de probar. Para el cuerpo aún no he empezado a usar ninguna, ya que aún voy con chaquetón incluso… Creo que volveré a comprar la de Mary Kay, ya que me ha protegido como ninguna. Y mi pareja tampoco se ha quemado con ella (y tiene la piel muy, muy clara).
Antes tratábamos el tema de la reaplicación de la protección solar. Yo ahora mismo no estoy saliendo mucho tiempo seguido, y el día que sí que voy a necesitar reaplicar la protección solar, lo que hago es que no llevo color para facilitar la labor: me pongo la crema de Mary Kay en vez de la de Avène, y así solo me tengo que volver a poner crema hidratante. Pero, puede que te maquilles, así que te comento algunas opciones: unos polvos como los de Avène o ISDIN, un spray como el de Heliocare o una bruma facial como la de Coola.
Por último te recomiendo una crema after-sun que me encanta, que es el gel de Mary Kay. No me falta en casa nunca. La tengo en el frigorífico para que sea más agradable y, además, se potencie el efecto del gel. Lo uso muchísimo: para después de la depilación, después de un golpe… Además, si no soportas a sensación pringosa de ciertas cremas o aceites, te va a encantar a ti también. ¿Qué no tienes after-sun cuando lo necesitas? Pues usa la pulpa de la hoja del aloe vera (si eres como yo, que no me gusta usar la planta directamente, prueba el gel de aloe que te enseño a continuación).
