Hace algún tiempo quería escribir sobre ésto y, cada día que pasa me parece más importante compartir mi punto de vista. ¿En qué productos de cosmética considero que es conveniente gastar más dinero y en cuáles no?
Ya sabéis que yo empecé a usar cosmética asiduamente hace 8 años. Estuve tres años usando cosmética de gama alta hasta que cambió mi situación y, tras leer mucho, entendí que debía usar productos bastante más naturales.
Aclaración: me refiero a mi situación económica, pero lo más importante es las características de mi piel.
Es entonces cuando nació mi amor por los aceites y mantecas vegetales: aceite de argán, aceite de jojoba, manteca de karité, aceite de rosa mosqueta… Cumplían los requisitos de la cosmética que buscaba en ese momento: muy económicos, pero esque mi piel estaba sufriendo muchas alteraciones debidas a la dermatitis atópica, y fueron el mejor recurso.
Posteriormente introduje la cosmética lowcost. A día de hoy estoy muy contenta con muchísimos productos que he descubierto. Y actualmente uso productos de muy distinto precio. Pero…. Después de conocer tantos productos, ¿en qué considero que es mejor invertir?
Partimos de la base de que mi presupuesto para cosmética es limitado. Posiblemente como el de la mayoría de las personas que lean este post. Así que intento combinar productos para conseguir el objetivo deseado.
Para mí ha sido fundamental saber leer la etiqueta de un cosmético. Soy consciente que aún me faltan por aprender muchísimas cosas, pero puedo decir que sé identificar cuándo me interesa un producto y cuándo no. No solo por los ingredientes que veo en el INCI, la concentración de ellos (la concentración exacta no nos lo dicen, pero sí hay detalles por los que podemos intuirlrla); si es lo que busco, que el producto haya sido certificado por un organismo independiente; cuánto tiempo puede estar abierto el producto («Period After Opening»), si en la parte delantera de la etiqueta destacan más aquello que no lleva que lo que lleva el producto…
Dicho ésto, voy a ir más allá….
Para mí gusto, un limpiador facial puede ser un producto lowcost. Obviamente, hay opciones maravillosas de más de 10€: las espumas limpiadoras de So’Bio Étic y de Uvas Frescas, el gel limpiador reequilibrante de Cattier, los limpiadores de GH parecen muy interesantes, Sesderma tiene un limpiador facial que me llama mucho la atención… Pero un producto que vamos a tener sobre la piel uno o dos minutos y que nos vamos a enjuagar (con agua del grifo, además) no me parece el más indicado por el que pagar un precio acorde a los ingredientes más maravillosos del mundo.
Aquí incluyo también los limpiadores oleosos para el primer paso de la rutina facial nocturna. Aunque es verdad que siempre he utilizado un aceite vegetal puro, o una mezcla de aceites, y ahora estoy prefiriendo bálsamos que emulsionen, son opciones totalmente asequibles. Hablan maravillas de algunos bálsamos limpiadores coreanos pero… Volvemos a lo mismo: prefiero pagar (más) por una fórmula que se quede en mi rostro durante varias horas.
En el paso del tónico, siempre (siempre siempre) elijo una opción de menos de 10€. Hay opciones correctas desde 1€, pero un hidrolato orgánico puede costar 7€ y la piel lo agradece…
En la amplia gama de concentrados sí que invierto (tampoco siempre, pero merecen la pena) . Si eres amante de la cosmética natural, te recomiendo que pruebes algún serum de Cosmetics Herbera. Eso sí, son caros. Y sé que me arrepentiré de no haber aprovechado los descuentos del Black Friday, porque el Serum de Vitaminas C y E con Ácido Ferúlico (en su versión Oil Free) es una ma-ra-vi-lla. Sin duda debes incluir antioxidantes en tu rutina, así que hazte con uno de tu agrado. Si quieres, puedo darte algunas de mis recomendaciones.
Si tienes problemas de hidratación (o quieres evitarlos), una esencia de ácido hialurónico es tu mejor aliada. Yo compro una y otra vez la Triple H de Gema Herrerías con Cristina Mitre, pero en este post os hablaba de otros que, la mayoría sin haberlos testado, me parecían grandes opciones. Recuerda también incluir las ceramidas en tu rutina, especialmente si tienes problemas para mantener intacta la barrera protectora de la piel.
Los renovadores de la piel, otros imprescindibles. Ya sabéis que yo estoy introduciendo el retinaldehído en mi rutina de cuidado facial, pero no puedo dar recomendaciones. De momento solo he probado un producto (que me va genial), pero puede que tú prefieras usar otro retinoide, o bakuchiol, o el complejo de extractos vegetales revinage. Y un exfoliante de una a tres veces en semana: físico, enzimático o químico.
Un tipo de producto en el que no siempre vería necesario invertir es la crema: tanto de contorno de ojos como la típica hidratante de rostro. En mi caso, que el contorno de ojos lo tengo muy delicado y avejentado, que ha sufrido mucho, opciones como el de Alma Secret o el de Soy Green… Chapeaux! Pero hay otros correctos que no llegan a los 10€, ya depende de las necesidades de cada persona. Y en el caso de cremas hidratantes, Naobay tiene algunas todas increíbles (sin ir más lejos, mi último descubrimiento es una crema súper hidratante que ha dejado alucinada), y dentro de la cadena de supermercados Lidl, las de la línea Cien Nature, aunque son básicas, cumplen su cometido perfectamente. Pero hay otras cremas que sí tienen unas fórmulas que… hay que pagarlas: hablo de la marca Fitocose, de GH Gema Herrerías, de Kivvi…
Y luego podemos incluir el aceite vegetal que nos interese más, o no, o usar el aceite vegetal en vez de serum, crema… Me parece un tipo de producto muy versátil y que nunca puede faltar en casa. Es más, esque, tanto para cara como para cuerpo (y para el pelo, además de usar algunos de ellos para cocinar… pero eso no viene al cuento). Si os apetece escuchar un poco más sobre el tema, aquí os dejo este vídeo donde os hablo de algunos de mis favoritos.
Una vez más, lo digo. Es mi opinión, puedo estar equivocada en mis planteamientos. Si es así, agradezco que me lo hagáis saber.