El post que te traigo esta semana me parece muy interesante. Hace cosa de año y medio me puse a investigar un poco sobre el uso de los distintos aceites en la piel y, a día de hoy se ha convertido en un imprescindible en muchas de mis rutinas faciales. ¿Los sueles usar tú también?, ¿aún no? Pues sigue leyendo lo que te traigo.
Hay tres tipos de aceites: los minerales, los vegetales y los esenciales. De los primeros no hablaré mucho; solamente decir que se usan mucho porque son extremadamente baratos y que proceden del petróleo. De los últimos os hablaré un poco más al final del post, pero antes quiero dejar claro que son vegetales.
Los aceites vegetales son extraídos, normalmente de los frutos, de algunas plantas y obtenidos por distintos métodos de presión (de todos ellos, el mejor es la primera presión en frío, o lo que es lo mismo, la denominación ‘virgen extra’). Tenemos que tener en cuenta otros dos aspectos, que el aceite será mejor siempre que sea ecológico (obviamente, sin pesticidas…) y que el aceite que adquiramos sea 100% aceite vegetal (ya que es muy habitual encontrar mezclas con aceites minerales o de diferentes aceites; cuando encontramos el aceite con Vitamina E añadida, ésta actúa solo como conservante y eso no afecta a la calidad del aceite).
Es posible que hayas escuchado y, puede hasta que lo pienses, que una piel grasa no necesita aceite. Te diré que deberías ir desterrando esta idea. Sí que es verdad que los aceites minerales pueden ser comedogénicos y provocarnos granitos pero, como también deberíamos desterrar de nuestras vidas los ingredientes derivados del petróleo en general, pues… Respecto a la piel grasa, lo único que tenemos que hacer es elegir el aceite adecuado.
Yo uso aceite vegetal para desmaquillarme (a día de hoy no he probado ningún bálsamo desmaquillante, tampoco lo descarto, pero me encanta usar aceites), para nutrir la piel del cuerpo y del rostro (en el rostro suelo usarlo como rutina nocturna, eso sí), como mascarilla del pelo (una vez a la semana me lo dejo unas dos horas antes del lavado), como prebase de maquillaje y para hacer el oil pulling del que ya he hablado… Bueno, aparte de para cocinar.
Pues, ya que hemos hecho unas primeras consideraciones generales, pasemos a hablar de algunos de los más comunes y de mis favoritos. Posteriormente iré hablando de otros en el blog:
Aceite de Oliva (aparece en el INCI como Olea Europaea Fruit Oil)
Seguro que has oído hablar de las propiedades antioxidantes del aceite de oliva, pues además es antiinflamatorio y regenerador. Es especialmente emoliente, motivo por el que se usa mucho en zonas de la piel muy secas como codos… Tiene una larga tradición como aceite portador (en el que se mezclan otros aceites) y también es utilizado para macerar hojas o flores. Hace años, mi madre empezó a usar este aceite como desmaquillante. Alguna vez le he dado ese uso, desmaquilla bien pero la sensación que me deja en la piel no me resulta agradable. También se lo achaco al uso tan común que tiene el aceite de oliva en la cocina mediterránea.
Aceite de Almendras Dulces (aparece en el INCI como Prunus Amygdalus Kernel Oil)
Yo no sé en las vuestras, pero en mi casa siempre ha habido aceite de almendras dulces para, por ejemplo, después de depilarnos. Es un aceite muy utilizado en cosmética; ideal para toda la familia, incluso para embarazadas y bebés. Dado que tiene propiedades calmantes, en una época en la que tuve bastante picor y eczemas debido a la piel atópica, comencé a utilizarlo en la piel del cuerpo y me fue genial. Al poco, compré un producto en el que ponía ‘aceite de almendras dulces’ pero, cuando llegué a casa y me fijé en la etiqueta trasera, en el INCI, ponía que llevaba más aceite mineral que de almendras dulces… Así que, para no tirarlo, lo estuve usando para desmaquilarme hasta que, antes de terminar el bote, empezó a oler bastante mal. Así que lo tiré y me compré un aceite vegetal. En verano lo he usado solo para desmaquillarme, pero e invierno sí que lo he usado bastantes veces en el rostro. Activa el ácido linoleico de la piel, lo que la hace más resistente frente a las infecciones y la protege, el ácido palmítico suaviza la piel y el ácido esteárico crea una capa que protege la piel; además, contiene vitamina E, que proporciona alivio en la piel.
Aceite de Coco (aparece en el INCI como Cocos Nucifera Oil)
Antes de nada, permíteme decirte que pasa a estado sólido por debajo de los 25º (centígrados); pero no te preocupes, al entrar en contacto con tu cuerpo volverá al estado líquido.
Si por algo destaca este aceite (además de por su olor, cosa que me facina) es por sus ácidos grasos y por su poder antiinflamatorio, antimicrobiano y antifúngico. Es decir, hidrata y nutre la piel y el cabello al instante, es ideal para personas con psoriasis y eczemas y además podemos beneficiarnos de él en nuestra higiene diaria (desodorantes, dentífricos y enjuagues bucales…). Un último consejo, puedes desmaquillarte suavemente la piel (¡¡incluso un maquillaje de ojos potente!!)
Aceite de Babasú (aparece en el INCI como Orbignya Oleifera Oil)
Es un aceite similar al anterior. Yo lo compré porque escuché en varios sitios que el aceite de coco era comedogénico. La verdad es que no soy química ni nada, así que no puedo confirmarlo ni desmentirlo, yo simplemente, preferí evitarlo. Al menos, como desmaquillante, no me gusta tanto como el de coco; así que lo uso cuando no llevo maquillaje y solo quiero deshacerme del protector solar y el sebo natural de mi piel.
Aceite de Aguacate (aparece en el INCI como Persea Gratissima Oil o también Persea Americana Oil)
Se trata de un aceite nutritivo ideal para pieles secas y dañadas, ya que promueve la regeneración celular. Mismas propiedades que lo hacen ideal para el cabello. Como vemos, cuando se usa por sí solo es muy beneficioso, pero cuando es parte de los ingredientes de un producto cosmético, ayuda a mejorar la absorción de otros principios activos de la fórmula.
Aceite de Jojoba (aparece en el INCI como Simmondsia Chinensis Seed Oil)
MA-RA-VI-LLO-SO. He de reconocer que, hace años, cuando escuchaba a mis amigas hablar de os beneficios de este aceite pensaban que exageraban. Es sumamente hidratante, con propiedades antioxidantes y es seborregulador. Como lo oyes. No fue hasta que empecé a padecer problemas serios con mi piel atópica (en concreto en los párpados) que leí sobre él y se convirtió en un gran aliado en mi día a día.
Su contenido en ceramidas lo convierten en un aceite espectacular tato para la piel como para el cabello, ayudando a repararlos en profundidad. Además, otorga un brillo espectacular y mejora problemas como la caída del cabello y la caspa.
Aceite de Argán (aparece en el INCI como Argania Spinosa Kernel Oil)
Ahora mismo está muy de moda el uso cosmético del aceite de argán, ya sea puro o en una infinidad de productos que se venden. Aprovecho para decirte que detrás de ello hay una gran estrategia de marketing. Mira siempre el INCI.
El uso de argán está tan extendido debido a dos razones fundamentalmente: su aporte antioxidante (¡está plagado de Vitamina E!) y los ácidos grasos que contiene (omegas 3, 6 y 9). Es muy usado por su poder antienvejecimiento, hidratando la piel y otorgándole elasticidad; además de su uso facial, destaca su uso capilar y corporal. Y sí, es uno de mis aceites preferidos: me encanta usarlo en el cabello, como prebase antes del maquillaje y como aceite nutritivo.
Manteca de Karité (aparece en el INCI como Butyrospermum Parkii Butter)
Quienes me conocen lo sabe bien: no me puede faltar la manteca de karité, especialmente en invierno. Es frecuente encontrarla sólida (personalmente, nunca la he visto líquida), pero se vuelve líquida fácilmente. Es una grasa que calma la piel, la protege y la hidrata.
Aceite de Rosa Mosqueta (aparece en el INCI como Rosa Canina Fruit Oil o Rosa Moschata Fruit Oil)
Si tuviésemos que decir una sola cualidad del aceite de rosa mosqueta sería su capacidad regeneradora: manchas, cicatrices, estrías, tatuajes… Pero te cuento algo más.
Estimula la producción de colágeno y de elastina (sí, sí; es muy destacable su contenido en Vitamina A -ácido transretinoico-), también contiene Vitaminas C y E. Y es rico en Omega 3, 6 y 9. Para colmo, absorbe rápidamente.
Aceites esenciales
Los aceites esenciales son aceites puros, muy concentrados; generalmente utilizados en aromaterapia pero que también puede ser utilizados en la piel, siempre diluidos en una sustancia conductora como puede ser un aceite vegetal o una crema.
Te quiero hablar de mis dos aceites esenciales favoritos. Dos de los tres que se pueden usar directamente en la piel. Pero por lo general, un aceite esencial no puede aplicarse directamente en la piel.
Si eres como yo, y has comprado algún producto que no te guste mucho por su olor, habrás pensado en la lavanda (Lavendula Angustifolia). Pero si encima te digo que es ideal para pieles grasas y acneicas, como calmante, regenerador y, atención, como repelente de mosquitos, seguro que te falta tiempo para adquirirla.
Aluciné cuando escuché esta última cualidad: Estaba tan acostumbrada a que los repelentes de mosquitos olieran a «productos químicos» o, como mucho, a citronella (que es otro aceite esencial, por cierto), que me pareció fascinante poder disfrutar de este olor mientras se alejaban de mí los mosquitos. Literal, lo he visto con mis propios ojos.
Al igual que este aceite esencial de lavanda, el de árbol del té (Melaleuka Alternifolia) puede emplearse directamente sobre la piel, en pequeñas dosis. El aceite de árbol del té es un auténtico milagro en aceite para el botiquín.
¿Tienes un granito? Te aplicas aceite con un bastoncillo. O directamente lo mezclas con tu crema hidratante, pero a mí no me gusta hacerlo así, porque las necesidades de mi piel varían según la zona y la época del año… Hace tiempo escuché que también servía para curar llagas en la boca. Pensé que o pero, cuál fue mi sorpresa: en un par de días estaba más que curada. Ahora lo estoy utilizando para hacer los enjuagues (echo unas gotas en el aceite de coco) y últimamente lo he probado, también mezclándolo con aceite de coco, aplicándomelo en unos hongos que me salieron en el pie.
Sin duda, hay otros aceites impresionantes de los que he de hablar, pero eso será otro día. ¿Crees que deba hablar de algún aceite en especial que te resulte imprescindible?